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Carta 274

Teresa de Ávila

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fines de octubre 1578 (Avila)
A Roque de Huerta

El nuncio Sega ha decretado someter los descalzos a la jurisdicción de los provinciales calzados de Castilla y Andalucía. Eran éstos, Juan Gutiérrez de la Magdalena (que ha actuado contra las monjas de La Encarnación y contra fray Juan de la Cruz) y Diego de Cárdenas (que en Sevilla ha urdido un proceso infamante contra Gracián). De su parte se han presentado emisarios en San José de Avila, intimando el breve del nuncio y exigiendo la prestación de obediencia. Lo han hecho de malas maneras: «ha sido una mañana de juicio». — Falta la última parte de la carta.

1. Jesús. — La gracia del Espíritu Santo sea con vuestra merced. Aquí va una carta para el padre Maestro Chaves1. En ella le digo que vuestra merced le dirá en el estado que están los negocios. Procure coyuntura para hablarle y dársela, y dígale vuestra merced cuáles nos paran estos benditos2. Creo será de algún efecto esa carta, porque le suplico mucho hable al rey y le diga algunos de los daños que nos han venido a nosotras cuando les estábamos sujetas. Dios los perdone que tanto trabajo dan a vuestra merced, que no sé adónde tiene fuerzas.
2. La costa ya entiendo debe ser mucha; y pésame tanto de no poder hacer lo que querría —por la mucha que acá tengo— que aunque querría ayudar a esos padres para la ida de Roma3, no veo cómo; porque estos monasterios han de pagar por la vía que yo envío, que no será poco si se acaba, y todo lo daré por bien empleado, que si tuviéremos sosiego podríase hacer con quien hay tanta obligación, lo que yo deseo.
3. En esa información verá vuestra merced lo poco que aprovecha para estos padres provisión real4; ni al mismo rey no sé si tendrían respeto; porque, como están mostrados a salir con cuanto quieren y les va bien por aquí, yo digo a vuestra merced que es la más peligrosa suerte que debe haber ahora para tratar con ellos. Como me dice vuestra merced que obedecieron en Pastrana y en Alcalá5 y no sé si respondieron lo que nosotras, avíseme por caridad, que nuestro padre6no me escribe nada de eso. No debía haber ido.
4. Todos los recaudos de vuestra merced recibí. Para estotras casas vinieron tarde. Háganos saber de qué nos pueden aprovechar, si no mandan a las justicias que los destierren o alguna cosa. Ha sido una mañana de juicio; todos iban espantados (justicias y letrados y caballeros que estaban allí) de su poca manera de religión, y yo con harta pena; que de buena gana los dejara oír, sino que no osábamos hablar7.
5. Crea vuestra merced que con verdad ellos no pueden decir que acá vieron hacíamos nada; porque Pedro8 estaba a la puerta y en viéndoles fue a decirlo a mi hermano9. De que viniese él con el corregidor me pesó a mí; mas poco aprovecha. que sus imaginaciones por ventura se creerán más que nuestras verdades. Por caridad que envíe vuestra merced a decir a nuestro padre todo lo que ha pasado —que no hay lugar de escribirle— y me avise vuestra merced cómo están.
6. La carta de Valladolid que el otro día dije a vuestra merced leyese y enviase a nuestro padre, se trocó, que acá se quedó la que había de ir, que era cómo le había ido con los frailes, que le contaba todo, mas yo he escrito lo escriban a vuestra merced y a Medina también10.
7. Dígame si ha sabido de fray Baltasar11, que fue al nuncio12, y si ésos pueden notificar estos padres, que en el breve no se le da de sustituir sino al provincial mismo13y así lo dicen por acá; no sé si aciertan.
8. Sepa que dicen que me han de llevar a otro monasterio. Si fuese de los suyos, ¡cuán peor vida me darían que a fray Juan de la Cruz! Yo pensé si me enviaban hoy alguna descomunión, que traía con el otro papel uno pequeño. ¡No merezco tanto como fray Juan de la Cruz14para padecer tanto!
9. En extremo me he holgado que fuese a tan buen tiempo aquel...

1. Diego de Chaves, dominico, a la sazón confesor de Felipe II.
2. Los calzados, quizás los que han venido a notificar el decreto del nuncio.
3. El fallido capítulo de Almodóvar (9 octubre) había decidido enviar descalzos a Roma para tramitar la erección de provincia.
4. Provisión real: se trataba de la provisión regia del 9 agosto 1578, mandando retirar cualquier breve del nuncio Sega que interfiriese o anulase las facultades del Visitador Gracián. Mientras los emisarios del provincial notificaban en San José el breve y decreto del nuncio (cf. MHCT 2, pp. 20-36), a ellos les intimaban las justicias de la ciudad la provisión real. Se sometieron las monjas al breve, no los frailes a la provisión regia.
5. En Pastrana estaban recluidos los padres Gracián, Antonio y Mariano, que se sometieron a la notificación del nuncio (MHCT 3, 602-605). En Alcalá era rector el padre Elías de San Martín.
6. Nuestro padre: Jerónimo Gracián.
7. Habla de los que vinieron a notificar en San José el decreto del nuncio.
8. Es el fiel recadero del carmelo de San José, Pedro de Ríes.
9. Mi hermano: Lorenzo de Cepeda, que se hallaba en las afueras de Avila, en La Serna.
10. Son los carmelos de Valladolid y de Medina, donde también había sido notificado el decreto del nuncio. La carta trastrocada era de María Bautista, que contaba el episodio de la notificación en Valladolid.
11. Baltasar de Jesús, carmelita descalzo, figura siniestra.
12. Felipe Sega.
13. El breve: es el decreto de Felipe Sega, del 16 octubre 1578 (MHCT 2, p. 33), en que efectivamente se somete a los descalzos y descalzas a los provinciales (p. 36).
14. Fray Juan de la Cruz ha estado encarcelado en Toledo por orden de uno de los dos provinciales («el Magdaleno») hasta mediados de agosto pasado.

S.257  E.254  Lf.215  T.440

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Santa Teresa de Jesús

Santa Teresa de Jesús nace en Ávila un 28 de marzo de 1515, siembra nuevos Carmelos por los caminos de España, vive una experiencia mística plena, que luego transmite en múltiples escritos y un nutrido epistolario. Doctrina y magisterio que avalará la Iglesia incluyéndola en el Catálogo de sus Santos y otorgándole, pro vez primera a una mujer, el título de Doctora.

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