1. La flaqueza del otro día: grave crisis de agotamiento que ella misma describe a continuación (nn. 9 y 12; ver las cartas 185, 1.3; 184, 5; 188, 1). Acaeció probablemente el día 6 de febrero (cf. 176, 10). — Cólera: bilis.
2. Es decir: «como el escribir era después del vómito». Se refiere al penoso vómito a que estaba sujeta desde años atrás (Cf. Vida 7, 11 y 40, 20).
3. De hecho, en los meses que siguen se servirá de una amanuense para despachar la correspondencia (ver cartas 185 2; 184, 5; 188, 1).
4. «Le envío este cilicio —que despierta mucho el amor—, a condición que no se le ponga después de vestido en ninguna manera, ni para dormir» (carta 177, 13).
5. Ya se lo había exigido: «escríbame como le va con esa niñería» (177, 14).
6. Ese librillo es el Camino de Perfección. Ya se lo ha indicado otras veces. Se ve que Lorenzo lo estudia y sigue sus consignas. — Sobre el tema siguiente, ver carta 177, 7 con la confidencia de que ella no tiene experiencia en ese sector.
7. Julián de Avila es el capellán del carmelo de San José.
8. El espíritu (humano)... siente el mal espíritu (diablo). Ver Vida 25, 10. Igualmente sobre la confidencia que sigue: «esto me ha aprovechado...
a mí», ver Vida caps. 31, 38, 39. — «Esto para sí solo»: reservado, confidencial.
9. Ese santo: el buen Francisco de Salcedo.
10. La sentencia: es el juicio humorístico emitido por la Santa en el Vejamen sobre las respuestas dadas por Francisco de Salcedo a la consigna mística: «búscate en Mí» (Cf. c. 172, 17 nota).
11. El percance de aquella noche (6 febrero) consistió en trastrocar el sobrescrito de las cartas al obispo de Cartagena (Gómez Zapata) y a la madre del P. Gracián (Juana Dantisco), ambos en Madrid: dos cartas que no han llegado a nosotros. — El negocio de Caravaca (carta 176, 10) consistía en la situación anómala de aquella fundación de la Santa (1576), «hecha con licencia del Consejo de Ordenes y mandado del rey», pero «sin licencia del Ordinario» (carta 232), aunque con la del Provincial, Angel de Salazar (c. 102, 15; 134, 3 y Fundaciones c. 27; 23, 1: 24, 3-4). A causa de ello la fundación había incurrido en las iras del Provisor de la diócesis, Andrés Hernández, quien habiendo concedido licencia para celebrar misa sólo hasta carnaval, ahora la retiraba (c. 200). — Sobre las cartas de favor enviadas a la par que las dos misivas, ver la carta 176, 10, una de las escritas la noche del
percance.
12. El Tostado: es el carmelita portugués Jerónimo Tostado, nombrado Visitador de las provincias de España por el capítulo general de Piacenza (1575). En la corte de Madrid, el Consejo Real se opuso a su comisión (1576-1577), que pasó a ejercer en Portugal. De él hablará insistentemente la Santa en el epistolario de 1576 al 1581, a veces bajo el pseudónimo de Peralta. — Torna ahora: de Portugal a Madrid: tardará en llegar a la corte (noviembre 1577), donde nuevamente se le opondrá el Consejo Real.
13. Mi compañera: Ginesa de la Concepción (Guevara), que al quedar viuda entró carmelita en Malagón (ver carta 185, 13). Es ella una de las hermanas «legas» que en los últimos años asisten amorosamente a la Santa.
14. Priora de Valladolid: su sobrina María Bautista. — El negocio, es el asunto de los dineros de Lorenzo, que quedó pendiente en la posdata de la carta 177, 20). — El mercader es Agustín de Vitoria. — Mis niños, los hijos de Lorenzo. — Pedro de Ahumada, el hermano.
15. Doña Juana, hermana menor de la Santa, ha venido por fin de Alba a Avila a entrevistarse con Lorenzo: recuérdense los celillos de su marido (c. 115, 3). — Pedro Alvarez Cimbrón, abulense amigo y asesor de Lorenzo.
16. Mi confesor: Alonso Velázquez, canónigo de Toledo y futuro obispo de Osma.
S.168 E.176 Lf.141 A.I 33 T.9