• Skip to primary navigation
  • Skip to content
  • Skip to footer
  • Descubre Grupo Fonte
  • MONTE CARMELOLeer
  • EDELeer
  • CIPEMeditar
  • IEDEstudiar
  • REVISTASDivulgar
  • EVANGELIO ORADOEscuchar

Carta 161

Teresa de Ávila

Website "muy peculiar" del mundo teresiano

  • ¿Quiénes
    somos?
  • La obra y sus
    manuscritos
  • Santa Teresa
    en 100 fichas
  • Diccionario
    teresiano
  • Buscador
  • Enlaces
  • Contacto
12 diciembre 1576 (Toledo)
Al padre Ambrosio Mariano

Tres puntos importantes: —varias descalzas de Sevilla han iniciado en el convento de Paterna la reforma de una comunidad de carmelitas calzadas; —tras el reciente capítulo de Almodóvar (septiembre 1576), se prepara una «declaración» en torno a la vida de los descalzos;—Mariano le ha expresado su opinión sobre ciertos rigores extremos en la vida de éstos.—Ella aporta sugerencias.—En Toledo dispone de buenos consejeros y amigos.

1. Jesús sea con vuestra reverencia. Estas cartas, adonde venía la de la priora de Paterna1, he recibido. Las muchas que dice, me vendrán quizás mañana que es jueves, seguras vienen por esa vía; no se perderán. Muy mucho me he holgado con éstas, y con la de vuestra reverencia también. Sea Dios bendito por todo.
2. ¡Oh padre mío, y qué es la alegría que viene a mi corazón cuando veo por alguno de esta Orden, adonde tanto ha sido ofendido, se haga alguna cosa para su honra y gloria, y se quiten algunos pecados! Sólo me da una pena grande y envidia de ver lo poco que yo valgo para esto; que quisiera andar en peligros y trabajos para que me cupiera parte de estos despojos de los que andan las manos en la masa. Algunas veces, como soy ruin, alégrome de verme aquí sosegada. En viniendo a mi noticia lo que por allá trabajan, me estoy deshaciendo y habiendo envidia a éstas de Paterna. Tiéneme alegrísima que comience Dios a aprovecharse de las descalzas, que muchas veces, cuando veo almas tan animosas en estas casas, me parece que no es posible darlas Dios tanto sino para algún fin 2; aunque sea no más de lo que han estado en aquel monasterio (que en fin se habrán excusado ofensas de Dios), estoy contentísima; cuánto más que espero en Su Majestad que han de aprovechar mucho.
3. No olvide vuestra reverencia que se ponga en la declaración de los frailes también que pueda dar licencia para fundar de monjas3. Sepa que me confieso aquí con el doctor Velázquez4, que es canónigo de esta iglesia y gran letrado y siervo de Dios, como se puede informar. No puede sufrir que no se funden monasterios de monjas, y hame mandado por vía de la señora doña Luisa5, por vía del embajador, procure se alcance del general, y si no del Papa. Dice que le digan que son espejos de España, que él dará la traza. Ya envío a vuestra reverencia a decir de una fundación6que se ofrece; respóndame a estas dos cosas.
4. Con este billete que me envió me he consolado mucho. Dios se lo pague a vuestra reverencia, aunque bien asentado está en mi corazón lo que dice. ¿Cómo no me dice nada del padre fray Baltasar?7Déles a todos mis encomiendas.
5. Lo que dice el padre fray Juan de Jesús8 de andar descalzos, de que lo quiero yo, me cae en gracia, porque soy la que siempre lo defendí9 al padre fray Antonio, y hubiérase errado si tomara mi parecer. Era mi intento desear que entrasen buenos talentos, que con mucha aspereza se habían de espantar; y todo ha sido menester para diferenciarse de esotros10. Puede ser que yo haya dicho que tanto frío tendrían así como descalzos del todo.
6. En lo que decía parecerse eso, es que tratamos cuán mal parecían descalzos y en buenas mulas, que no se había de consentir sino para largo camino y grande necesidad; que no venía bien lo uno con lo otro, que han venido por aquí unos mocitos que parece andando poco y con algún jumento pudieran venir a pie. Y así lo torno a decir, que no parece bien estos mocitos, descalzos y en mulas con sus sillas. Esotro no me ha pasado por pensamiento, que demasiado de descalzos andan. Avise vuestra reverencia que no lo hagan, sino lo que solían, y escríbalo a nuestro padre.
7. En lo que yo puse muy mucho con él fue que hiciese les diesen muy bien de comer; porque traigo muy delante lo que vuestra reverencia dice, y muchas veces me da harta pena (y no ha más que ayer u hoy, antes que viese su carta, la tenía) pareciéndome que de aquí a dos días se había todo de acabar, por ver de la manera que se tratan. Tornéme a Dios a consolarme, porque El que lo comenzó dará orden para todo, y así me he holgado de ver a vuestra reverencia en este parecer.
8. La otra cosa que le pedí mucho es que pusiese los ejercicios, aunque fuese hacer cestas o cualquier cosa, y sea la hora de recreación cuando no hubiere otro tiempo; porque adonde no hay estudio, es cosa importantísima. Entienda, mi padre, que yo soy amiga de apretar mucho en las virtudes, mas no en el rigor, como lo verán por estas nuestras casas11. Debe ser, ser yo poco penitente. Mucho alabo a nuestro Señor de que dé a vuestra reverencia tanta luz en cosas tan importantes. Es gran cosa en todo desear su honra y gloria. Plega a Su Majestad nos dé gracia para morir por esto mil muertes, amén, amén. Es hoy miércoles 12 de diciembre.
Indigna sierva de vuestra reverencia,
Teresa de Jesús.
9. Mucha caridad me hace de enviarme esas cartas, porque escribe brevísimo nuestro padre12 cuando me escribe, y no me espanto, antes se lo suplico. En fin, alabo al Señor cuando las leo, y vuestra reverencia está muy obligado a lo mismo, pues fue principio de aquella obra13. No deje de hablar mucho al arcediano14. También tenemos al deán15y a otros canónigos, que ya voy teniendo otros amigos.

1. Priora de las calzadas de Paterna es Isabel de San Francisco, nombrada por Gracián.
2. Ver Fund. 1, 6.
3. La declaración: documento jurídico que se preparaba para normalizar la situación de la reforma.
4. Alonso Velázquez, más tarde obispo de Osma (ver Fund. 30).
5. Doña Luisa de la Cerda. — El embajador del rey en Roma: Juan de Zúñiga, emparentado con doña Luisa. — General de la Orden: Juan Bautista Rubeo. — Papa: Gregorio XIII.
6. Fundación de descalzas que ella propone por esos días a Gracián: c. 162, 6-7.
7. Baltasar de Jesús (Nieto).
8. Juan de Jesús, Roca.
9. Defendí: prohibí, me opuse. — P. Antonio de Jesús (Heredia) que desde los tiempos de Duruelo propendía por el «rigor» de los pies descalzos. — Las Constituciones de Gracián prescribían: «Los pies del todo descalzos, o con alpargatas abiertas, de cáñamo o esparto». (Fortunato-Beda, Constituciones O.C.D., p. 21).
10. Esotros: los carmelitas no reformados.
11. Nuestras casas: los carmelos de las monjas.
12. Jerónimo Gracián.
13. Aquella obra: la fundación de reformados (frailes y monjas) en Sevilla, de las cuales Mariano fue promotor.
14. Arcediano de Toledo: don Francisco de Avila.
15. Deán: Diego de Castilla.

S.148  E.154  Lf.120  A.II 46  T.185

Volver
Cerrar

Footer

Santa Teresa de Jesús

Santa Teresa de Jesús nace en Ávila un 28 de marzo de 1515, siembra nuevos Carmelos por los caminos de España, vive una experiencia mística plena, que luego transmite en múltiples escritos y un nutrido epistolario. Doctrina y magisterio que avalará la Iglesia incluyéndola en el Catálogo de sus Santos y otorgándole, pro vez primera a una mujer, el título de Doctora.

Editorial Monte Carmelo Grupo Editorial Fonte
  • Paseo Empecinado, 2. 09080 Burgos (España)
  • 34-947 256 061
  • editorial@montecarmelo.com
  • www.montecarmelo.com
  • Copyright © 2019 Monte Carmelo
  • Todos los derechos reservados
  • Aviso legal
  • Política de cookies